En el marco de una fiscalización intersectorial encabezada por la Delegación Presidencial, y con la participación del Servicio de Impuestos Internos (SII), la Seremi de Transportes, inspectores de la Municipalidad de Recoleta, la PDI, Carabineros y funcionarios/as del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) de la región Metropolitana, se llevó a cabo un operativo en La Vega Central. La acción tuvo como objetivo fiscalizar locales y bodegas vinculadas al comercio hortofrutícola, verificar el origen legal de los productos para resguardar la sanidad de nuestra agricultura.
En la actividad se detectaron algunas irregularidades en establecimientos que no contaban con documentación de respaldo en la acreditación de la procedencia de los productos. Lo que permitió decomisar 570 kilos de frutas. Los productos decomisados varían entre caquis, chirimoyas y papayas y fueron llevados a una zanja habilitada para su adecuada destrucción.
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Especie |
Kg decomisados |
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Chirimoya |
270 |
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Papaya |
120 |
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Caqui |
180 |
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Total |
570 |
“Esto demuestra que la importancia de desarrollar operativos interinstitucional donde se abordan distintas incivilidades, delitos e incumplimientos a distintas normativas, es por eso que estas intervenciones también las articulamos a través del Consejo Regional contra el Crimen Organizado “, señaló el Delegado Presidencial, Gonzalo Durán.
Es significativo señalar que estas fiscalizaciones se realizan con el objetivo de concientizar a los/as locatarios/as de exigir la documentación necesaria para el ingreso de estos productos al país, antes de comercializarlos en el mercado local.
Por su parte, el director regional del SAG región Metropolitana, Claudio Ternicier, expresó que “en relación a este operativo, estamos coordinados con diferentes servicios y para nosotros tiene mucha importancia, puesto que determina la posibilidad de detección, de manera temprana, de plagas cuarentenarias que ponen en riesgo nuestro patrimonio fito y zoosanitario”.
Finalmente, este año se han intensificado los controles y fiscalizaciones en los centros de distribución mayorista, ferias libres y carretera, para así, evitar el comercio informal y la propagación de plagas agrícolas.