Cada país importador tiene la soberanía de establecer requisitos fitosanitarios para cualquier producto vegetal, sin existir una estandarización de requisitos para un producto en particular.
Para ejemplificar, un producto vegetal “X” puede requerir una inspección fitosanitaria para el país “Y”, pero asimismo puede requerir un tratamiento fitosanitario para el país “Z”.
También se debe tener en consideración que existen muchos productos vegetales autorizados para algunos países importadores, pero sin autorización para otros países.